Suculentas: tres opciones que traen suerte y que crecen muy bien en macetas

Es cierto que la mayoría de las suculentas son ideales para generar vitalidad en el hogar y porque son fáciles de cuidar. Más allá de estas condiciones, hay algunas que atraen la suerte y aportan buena energía.

Ciertas crasas son muy sencillas de cultivar en macetas y, sobre todo, en sustrato de arena, que puede resultar más económico. Además, estas suculentas brindan una fuerza positiva y llaman a la buena fortuna.

Las flores de algunas suculentas atraen energía positiva. 

Una de las suculentas más llamativas y populares es la conocida como corona de Cristo. Es bonita y fácil de cuidar, ya que no requiere demasiado riego y, además, es muy beneficiosa tanto para el hogar como para quienes lo habitan.

Esto se debe a que esta planta carnosa evita que las malas vibras y envidias entren a casa. Sus espinas cumplen esa función de escudo que protege a todo lo que haya y, por eso, se recomienda colocarla en los ingresos, jardín, terraza o balcón.

Con un riego no muy frecuente, las suculentas mantienen su poder energizante. 

Otra de las suculentas que puede funcionar muy bien en el hogar es el kalanchoe. Es ideal por su versatilidad y porque ofrece flores de colores cálidos como el rojo, el amarillo o el naranja, que alegran cualquier vivienda.

Esta variedad es considerada una planta medicinal, pues sus hojas carnosas ayudan a limpiar el aire. Incluso, cuenta con un plus adicional: puede atraer el dinero al hogar, según el feng shui.

La corona de Cristo impide la entrada de energías bajas. 

Medicina y abundancia

Si hay una suculenta que se lleva todos los laureles en materia de beneficios, sin duda, esa es el aloe vera. Con una apariencia de lazos carnosos y en punta, tener una de estas plantas es como poseer un pequeño botiquín.

Las hojas carnosas ayudan a mantener buena energía. 

Su carne sirve para curar heridas y quemadura y se considera una de los mejores remedios caseros para la piel. Además de eso, es un amuleto de la suerte, dado que con su sola presencia puede equilibrar fácilmente la energía de la casa.