Suele pasar que, muy cerca de la planta madre, crecen suculentas bebés con raíces y vida propia. Pero si están en una maceta pequeña es probable que no sobreviva a menos que la trasplantemos a otro recipiente más grande.
Las suculentas son las preferidas de los jardineros aficionados y muchas veces no cuentan con los suficientes conocimientos para resolver este tipo de inconvenientes. En este sentido, los especialistas en crasas sugieren cuál es la manera de mudarlas para que crezcan lozanas.

Al requerir poco riego, las suculentas suelen sorprender muchas veces a quienes las tienen en sus casas. Es necesario, además de darles agua en forma mesurada, que se haga una constante observación.
En caso de que nuestra planta carnosa no cuente con espacio suficiente para prosperar, será imprescindible llevarla a otro lugar. Uno de los temas importantes es trasladarla a otro sitio donde cuente con un sustrato mucho más nutritivo que el que tiene la maceta de la suculenta madre.

Otro dato a tener en cuenta es que solo puede trasplantarse cuando alcancen unos cinco centímetros de alto. Todo el proceso deberá hacerse en una mesa, en el interior de la casa, lejos de la luz solar directa, ya que podrían quemarse.
El sustrato ideal debe de tener proporciones de los siguientes insumos: arena gruesa de río, tierra negra, humus de lombriz, vermiculita o perlita y harina de hueso. Previamente se deberá retirar de su lugar original con sumo cuidado.

En su nueva casa
Entre los datos más importantes que se deben tener en cuenta para que las suculentas no se lastimen hay que tener en cuenta que, de ninguna manera, se deberá exponer al sol directo y que el primer tiempo deberá alojarse en interiores junto a una ventana.

Jamás se deberá regar sobre la planta ni sobre las hojas, se deberá hacer alrededor de la planta. En esta instancia se tendrá que hacer cada tres días y si es posible con algún tipo de fertilizante universal o enraizador.