Al parecer, el incendio se desató debido al accionar de un pequeño que quiso festejar el cumpleaños de su gatito con una vela encendida.
La dueña de la vivienda, quien tiene siete hijos y se dedica a brindar comida y merienda a los chicos del barrio, se encuentra en estado de shock tras lo sucedido y está buscando ayuda para poder continuar con su labor social.
La escuela de fútbol que funcionaba en el lugar también se vio afectada por el siniestro.